Esta obra de Carla Sousa es una pieza vibrante y expresiva que encarna la energía del trazo libre y la inmediatez del allá prima. La artista construye una figura femenina estilizada con una paleta audaz, donde los colores se fusionan en una armonía de contrastes.
La mujer representada proyecta una actitud de confianza y sensualidad, con un gran sombrero que enmarca su rostro y aporta dramatismo a la composición. Su cuerpo es definido por pinceladas rápidas y decididas, en las que los tonos fríos y cálidos se entremezclan, generando volumen y dinamismo sin perder la frescura de la ejecución espontánea.
El fondo, sugerente y abstracto, se compone de pinceladas sueltas y texturas que refuerzan la sensación de movimiento. El uso de acrílico sobre lienzo pegado en tablero le confiere una textura rica, donde los colores parecen respirar sobre la superficie.
El contraste entre las sombras marcadas y las áreas luminosas refuerza la anatomía de la figura sin recurrir al detallismo, manteniendo el objetivo de transmitir fuerza expresiva. En conjunto, la obra de Sousa es un ejercicio de libertad pictórica que capta la esencia del gesto y la emoción en un instante único.