El cuadro Lucy de José Puyet es una pieza de estilo impresionista que representa a una joven de rostro delicado con una expresión melancólica y soñadora. Su piel clara y sus ojos expresivos resaltan sobre el fondo difuminado, donde predominan tonos verdes y azulados que sugieren un ambiente natural.
La figura femenina lleva un sombrero amarillo adornado con flores moradas, lo que aporta un toque de color vibrante y cierta sensación bucólica a la composición. Su cabello rojizo, suavemente ondulado, enmarca su rostro con pinceladas sueltas y dinámicas, característica del estilo impresionista moderno de Puyet.
Viste un abrigo oscuro con una blusa de encaje blanco, lo que crea un contraste elegante con el fondo y refuerza la sensación de época. La pincelada suelta y empastada genera una textura rica y una atmósfera etérea, dotando a la obra de una sensación de movimiento y vitalidad.
El marco ornamentado en dorado realza la pintura, dándole un aire clásico y sofisticado, acorde con la estética refinada del artista. En conjunto, Lucy es una obra que refleja la sensibilidad de Puyet para capturar la feminidad con una paleta vibrante y un trazo expresivo.