Este óleo sobre madera, concebido por el pintor Antonio Sánchez Corraliza, natural de Badajoz y residente en Barcelona hasta su muerte, se presenta como una elegante composición protagonizada por un jarrón de rosas. La obra luce una firma en rojo en el ángulo inferior derecho —una firma que añade un sello personal y vibrante a la pieza— y mide 70 × 50 cm.

La paleta cromática despliega un diálogo armonioso entre los rojos vivos de las rosas y los matices terrosos y suaves del fondo, que aportan calidez y serenidad visual. La pincelada, fluida y consciente, acaricia los pétalos y hojas con destreza, aportando textura sin sacrificar delicadeza, una dualidad que refleja la maestría de Corraliza para combinar materia y sutileza.

La luz se deposita con gran sutileza sobre los bordes de las flores, resaltando sus volúmenes y trazando reflejos que aportan profundidad y frescura al conjunto. Este magnífico uso de la iluminación destaca la presencia radiante de las rosas mientras mantiene una atmósfera íntima y reposada.

“El jarrón de rosas” no solo destaca por su belleza decorativa, sino que también transmite elegancia y sensibilidad artística. La composición, equilibrada y serena, convierte una escena atemporal en una ventana luminosa que embellece cualquier espacio con su viveza contenida y su evocación de elegancia clásica.