Este monotipo, firmado por Esther Armengol, presenta a una figura femenina en actitud recogida y contemplativa. La mujer aparece sentada, con el gesto sereno y la mirada dirigida hacia el interior, transmitiendo una sensación de calma melancólica que envuelve la composición en un aire de intimidad.
La artista emplea una paleta de tonos suaves y terrosos, que se funden con delicadeza en un fondo abstracto y ligero, logrando que la atención recaiga plenamente en la figura. La técnica, difusa y matizada, aporta un carácter etéreo a la obra, donde cada trazo parece evocar emociones contenidas más que describir formas precisas.
La luz, aplicada con sutileza, acaricia el rostro y la postura de la modelo, generando un contraste delicado que realza su fragilidad y humanidad. Este tratamiento lumínico acentúa el carácter introspectivo de la escena, reforzando la atmósfera poética que caracteriza el lenguaje de Armengol.
Con una clara sensibilidad hacia la representación de lo íntimo, la obra trasciende el simple retrato para adentrarse en el territorio de lo emocional. Esther Armengol convierte esta figura en símbolo de quietud y contemplación, dejando entrever una historia silenciosa que permanece abierta a la mirada del espectador.
Obra actualmente en venta. Se entrega enmarcado. Precio: 300 euros