Dos figuras en el desierto ante un velero.
La escena se abre con un desierto vasto e irreal, donde dos figuras solitarias permanecen quietas, como suspendidas en el tiempo, frente a la visión inesperada de un velero que se alza en la arena como si navegara sobre ella. El contraste entre la inmensidad árida y la presencia náutica genera un choque de símbolos: la soledad del viaje terrestre frente al sueño del horizonte marino. La técnica de gouache sobre cartón aporta densidad y un velo de misterio, con matices cálidos que evocan la sequedad de la tierra y la levedad casi onírica del barco. Holme convierte el instante en un enigma, un cruce entre realidad y alucinación, donde el desierto se transforma en océano y la mirada humana se abre al territorio de lo imposible.
Obra actualmente en venta. Se entrega enmarcado. Precio: 300 euros