Esta obra forma parte de la serie Paisatges Efímers, donde la artista captura la esencia cambiante de la naturaleza y su atmósfera poética. En Capvespre a la platja, Casanovas detiene el tiempo para inmortalizar un atardecer de tonos azules y violáceos que se funden sobre la arena húmeda. La textura del papel y la transparencia del pigmento evocan el instante en que la luz se retira, dejando un eco de calma suspendido en el aire.
El resultado es una pintura que respira serenidad, un homenaje a esos momentos que la naturaleza nos regala y que desaparecen con la misma sutileza con la que nacen.
Sobre la autora: Roser Casanovas (Lleida, 1962) proviene de una familia de pintores, herencia que marcó su destino artístico. Nieta y hija de artistas, descubrió su vocación años después, cuando decidió abrazar plenamente la pintura y continuar la tradición familiar. Formada en la Escola Massana de Barcelona y en la Escola de la Llacuna d’Andorra la Vella, ha explorado múltiples técnicas —óleo, carbón, tinta, acuarela— con un especial interés por el dibujo del natural.
Su obra gira en torno a la naturaleza como símbolo de transformación y equilibrio. A través de sus acuarelas, Casanovas expresa la fugacidad del instante y la necesidad de reconectar con el entorno. En sus palabras:
“He volgut parar el temps i capturar aquests paisatges efímers, quasi onírics. La meva intenció és contagiar a l’espectador la fascinació per aquests moments, un regal de la natura per a tots.”
Ha expuesto en varias muestras individuales y colectivas, entre ellas “Arbre vida” (2012) y “L’Aigua de la vida” (2023), y fue galardonada con un accésit en el II Festival Internacional d’Aquarel·la de Còrdoba (2024).
Obra actualmente en venta. Se entrega con marco y certificado de autenticidad. 460 euros